Revisando alfajores chilenos parte 2

Hay algo en el placer de armar una bolita de moco que poca gente entiende. No, no estoy de acuerdo con aquellos que se "comen los mocos" literalmente ya que me parece algo abominable y asqueroso, pero si estoy de acuerdo con los que juegan con sus mocos, en privado y sin joder a nadie, lavándose las manos después de tan noble tarea. Nunca sería de esos que frente a todo el mundo saca una línea gigante del color de Hulk y se hacen los boludos, no señor, hay que ser discreto y veloz para que nadie se dé cuenta que nos estamos escarbando la napia.


Muchas veces se arranca con el llamado "moco seco", el que permite armar bolitas de forma más veloz que cuando uno está muy resfriado y el moco tiene una textura más líquida. Cuando ocurre esto último el consejo es agarrar la mayor cantidad posible en forma líquida, y mediante la concentración y la manipulación llevar esta noble masa a formar una bolita, algo que es un arte de los más nobles que conozca la humanidad. Me ha pasado de estar sólo en un lugar y teniendo que ir hacia un compromiso o cita, he llegado más tarde porque arme una bolita de moco de esas juguetonas, de esas que no quieren despegarse de nuestros dedos, ya que tengo la costumbre de que no tiro las bolitas sino que las doy vuelta entre mi dedo índice y gordo hasta que se caiga por propia acción de la gravedad. Alguna vez me ha pasado también de que venga alguien a saludarme o hablarme mientras estaba luchando por despegarme de una bolita de moco y he optado por pasarlo de mano y guardarlo en el bolsillo para un uso posterior, muchas veces no lo encuentro pero no les puedo explicar la alegría que tengo cuando vuelvo a meter mi mano y allí está esa bolita pequeña y verde esperando a ser jugada entre mis dedos. Pequeños placeres de la vida.

Luego de esta hermosa intimidad que les acabo de contar y espero no haberles arruinado un almuerzo, cena o merienda ya que hay gente que se impresiona mucho con sólo leer palabras como "moco", "caca" o "diarrea". Gente rara, si señor, pero por suerte si siguen leyendo es que no son de ellos y quieren compartir un poco de sabiduría alfajómana. Como les conté hace unas semanas estuve con mi señorita novia en un paseo fugaz por Santiago de Chile, donde aproveché para agenciarme de alfajores locales para hacer la crítica. Por suerte encontré algunos, pero lamentablemente los resultados no han sido muy satisfactorios, como verán en las críticas que vienen. Soy cero nacionalista, pero está más que claro que los que se hacen en Argentina siguen siendo mejores, veamos el resultado de mi colecta.


El Nogal blanco
En esta caso tenemos la versión blanca de los alfajores "El Nogal", marca de la cual probamos su variante oscura en el post anterior. Al igual que el negro es pequeño en su tamaño pero de altura considerable, con dos galletas de color claro, suaves de sabor vainilla, y en el medio nuevamente nos encontramos con la misma abundante capa de dulce de leche de un sabor realmente exquisito. Lamentablemente nos decepciona en la cobertura ya que la gruesa capa de chocolate blanco empalaga un poco y se nota ciertamente grasosa, por lo que pierde unos puntos respecto a su pariente negro. 
Calificación: 3.5 alfajores sobre 5
Calaf Classic simple 
Lo habíamos dicho en la review anterior cuando probamos un alfajor de esta misma marca: el nombre CALAF es bastante fiero. Y nuevamente voy a contar que lo que sentí cuando probé este alfajor chileno es que me estaba ahogando. Es seco, terriblemente pequeño y se destruyen de nada ya que sus delgadas galletitas apenas son visibles. En el centro encontramos una línea marrón delgada que suponemos que es el dulce de leche que se ve en el packaging, ya que no tiene casi sabor y cuenta con una capa de cobertura microscópica hecha con un triste baño de repostería no ayuda, aunque un cierto sabor a chocolate queda al terminarlo. No lo recomiendo.
Calificación: 1,5 alfajores sobre 5



Nutra Bien dulce de leche
Me parece que los productores de alfajores de Chile tienen un problema terrible con los nombres, ya que en su packaging sólo vemos la leyenda "alfajor chileno" y nada más. Por otro lado me encuentro nuevamente con la dificultad de decir si esto es o un alfajor o una galleta rellena ya que no tiene baño alguno ni mucha gracia. Consta de dos galletas sabor vainilla con la leyenda "nutra bien" en su parte superior, ambas unidas por una capa no muy abundante de dulce de leche sólido, seca y sin gracia. Es muy pequeño de tamaño y extremadamente seco, necesita sí o sí de alguna bebida para ser consumido. Otra decepción.
Calificación: 2 alfajores sobre 5


Como ven los resultados son bastante tristes, seguiré en mi noble tarea de búsqueda de alfajores locales y extranjeros, ya que para eso soy el Lord de los Alfajores. Salud y alfajores para todos y hasta la próxima.

Comentarios

Scabbers dijo…
¡Qué pena! Esperaba que no fueran tan secos, sucede que al comer uno con esta sensación, la persona se siente "pesada" aunque el alfajor sea chico en comparación a los productos que estamos acostumbrados.
Igual El Nogal caerá en mis manos...o en mis dientes mejor dicho muejejeje XD
PD: ya hiciste de la Commodore. no te olvides el top10 de la SNES, legendaria y genial consola :)
Valemos dijo…
El comentario de la bolita de moco es simplemente incompatible con este blog. Ahora me imagino tus manos con moco y luego haciendo un review de un alfajor... No! Asquete!
Lord Alfajor dijo…
Estimado Scabbers: la idea del top de SNES es más que buena.

Estimado Valemos: quédese tranquilo que antes de hacer una review me lavo muy bien las manos