Nueva sección: anécdotas alfajoriles

Por un alfajor Scarlett Johansson también se deja tocar las tetas
Inauguramos hoy gracias al aporte del señor alfajómano Tothila una nueva sección, donde los alfajómanos de todo el mundo podrán contar sus anécdotas (reales o no) relacionadas con los alfajores. Si bien esto ya estaba en los comentarios de mi anterior artículo lo considero suficientemente bueno como para ser destacado. Es por eso que lo transcribo intacto (errores de ortografía incluídos) y animo a que los webidentes que pasen por acá dejen también sus historias. Ahi va lo que Tothila dijo:

"(......)Y bueno como lo prometido es deuda le voy a contar una anecdota, cuando yo estaba en septimo grado compraba las cajas de Mar de Oro en la fabrica (por el motivo que ya explique) sita en la calle Pumakahua a media cuadra de Directorio, generalmente iba con uno o dos amigos, ete aqui que en la esquina trabajaban unas señoritas de la calle, ejem... no se si me explico, y un dia uno (que no voy a dar nombres por las dudas) dijo: -Yo le doy un alfajor a ver si me deja tocarle las tetas- y nos reiamos con risa nerviosa, pero la idea estaba instaurada, caminamos veinte metros con pasos cortitos como yendo, tratando de quedarse en el lugar, sin hablar, con la mirada fija en eass mujeres de vida lisenciosa, nerviosos, con la idea en la cabeza tratando de pasar desapercibida pero girando de manera vertiginosa, ¿como sera?, ¿como sera?. Me refiero a ellas como mujeres, porque era la impresion que tenia en esa epoca, pero en mis recuerdos se dibujan las imagenes de chicas, que no creo que tuvieran, en esa epoca, la edad que tengo yo ahora (27), eran tres, dos estaban apoyadas en la pared al lado de un galpon, de esos que tienen persiana metalica, y la tercera parada mas en la esquina (calculo que seria su turno para el levante), dos tenian camperitas de jean muy ajustadas, desabrochadas y la tercera un saquito de lana muy ceñido abrochado en el ombligo, las tres tenian unos pantaloncitos muy cortitos, muy ajustados, en los cuales se marcaban todas las redondeces y hendiduras del cuerpo femenino, aburridas, buscando los rayos de sol de una tarde de un otoño bastante apacible (eran eso de las dos o tres), en eso sin querer (tal vez inconsientemente o dejandome llevar por mi amigo que creo que estaba mucho mas emocionado por la idea que yo), me doy cuenta que estaba cruzando la calle para pasar por delante de ellas con dos cajas de alfajores y antes que pudiera darme cuenta mi amigo le dice a la que estaba mas adelante, -Hola-. La mujer lo mira y dice: -Andate nene que no tengo golosinas.-, y sin pestañar mirandola fijo y con voz bajita dijo, -Si te doy un alfajor me dejas tocarte las tetas.-, la mujer lo miro con una mirada rara, no se si era sorpresa, enojo, aceptacion o todo junto, el corazon me latia con fuerza, ya estaba listo para salir corriendo (a esa edad te sacan corriendo de todos lados), y le contesto: -Bueno.-. .


hacéte el boludo vos....
Fue la primera vez en la vida que en la cara se me dibujo una sonrisa de perversidad, el corazon me latia mas fuerte, y la pequeña idea timida en mi cabeza ahora gritaba fuerte y con voz de hombre -BOLUUUDOOOO, PORQUE NO LE PREGUNTASTE VOS-, el otro levanto la mano con un alfajor, yo no vi ni siquiera cuando abrio la caja y la acaricio los pechos suavemente, casi con dulzura, durante unos segundos hasta que la mujer le saco las manos, yo tambien queria tocar, pero no sabia si me iba a aceptar otro alfajor, igualmente estaba sin habla, casi petrificado, ya me habia olvidado de las otras dos que estaban un poco mas atras, cuando salieron a los gritos y casi al unisono, -Yo tambien quiero un alfajor-, la segunda fue mia, la toque un ratito hasta que dijo basta, y ya satisfechos, a la tercera se lo regalamos, voy a terminar rapido, solamente voy a decir que cada vez que volvi a la fabrica, volvi con mi amigo, en las veces sucesivas las minas se dejaron tocar todo, nunca nadie nos creyo, no quisimos llevar a nadie mas y siempre que ibamos las cajas volvian con dos o tres alfajores menos.

A mi me parece una anecdota graciosa de dos pendejos atrevidos de 12 años, si alguien resulta ofendido mis disculpas, prometo que la proxima sera mas corta. Saludos"

....las cosas que uno hace por un alfajor.....

Comentarios

Anónimo dijo…
Por Scarlett, me estiro hasta una caja completa de Havanna de 24 alfajores...

¡Muy buena anécdota!
Lord Alfajor dijo…
genial su anecdota estimado Thotila, pronto tendra su lugar en la sección anecdotas!
Anónimo dijo…
deja robarme historias papa ...
Lord Alfajor dijo…
expliquese mejor Señor Dolina, no tire la piedra y oculte la mano