El misterioso antimarketing de los alfajores Capitán del Espacio

Agradezco infinitamente a Morningstar por haberme brindado este excelente artículo sobre los alfajores Capitán del Espacio (recuerden que mi crítica esta acá) que reproduzco aquí y pueden ver su fuente original aquí

“Me tienen podrido los alfajores Capitan del Espacio” dice Jorge, un joven que atiende un kiosco en Corrientes y Pueyrredón. “Hace años que me preguntan dos o tres veces por semana, y no consigo que nadie me traiga esos alfajores”.”

Lo que le sucede a Jorge es bastante habitual en muchos kioscos de Capital, Luis, encargado de una distribuidora de golosinas de la zona de Once dice con un poquito de bronca: “Siempre me los piden, pero cada vez que los conseguí, fue porque los compré a un revendedor. No abren cuentas nuevas” Pero ¿qué pasa? ¿Son artículos selectos?

se comunicó con la fábrica de alfajores y además de la previsible negativa de don Angel de Pascalis, el dueño, a conceder una entrevista, obtuvimos la confirmación de un dato: “La empresa no tiene buena distribución en Capital porque somos una fábrica chica y no damos abasto con los pedidos.

La empresa ubicada en un alejado barrio del partido de Quilmes, trabaja desde hace años en su máxima capacidad y vende (siempre) la totalidad de su producción. Uno puede encontrar los alfajores en las estaciones de tren de Monte Grande, de Lanús o de Avellaneda pero no los va a encontrar jamás, digamos, en Cabildo y Juramento. Hace algunos años, un kiosco cercano a la intersección de Avenida de Mayo y Piedras tenia un cartel que decía “No tenemos alfajores Capitán del Espacio”.

Martín trabaja como desarrollador de software, tiene 30 años y vivió en la sureña localidad de Bernal hasta los 23 años: ”Mientras estudiaba sistemas, empecé a trabajar en un Videoclub de Quilmes así que venir a Capital era, para mi, una salida: Venia al cine, a recitales, a tomar algo, pero recién cuando me vine a vivir a Capital me di cuenta que los Capitán del Espacio, mi golosina preferida, no se vendían en los kioscos de acá. Yo pensé que eran universales”


¿Cuál es el misterio?
Esos alfajores acompañaron la infancia de miles de habitantes de la zona sur del Gran Buenos Aires desde que la empresa fue fundada hace 40 años por don Ángel, un hombre que siempre tuvo un perfil ultra bajo, nunca hizo publicidad del producto y no acepta ser entrevistado por la prensa.

Pero entonces ¿cómo sobreviven en este mundo ultracompetitivo, con varias multinacionales de la golosina jugando fuerte en el mercado? En principio, parece una victoria del “antimarketing”.
Esta son algunas de las leyes de la economía moderna que estos alfajores desafían desde hace años:

* La diversificación para apuntar a diversos públicos: Las marcas tradicionales tienen al menos 4 tipos de alfajor con relleno de distintos tipos, en versiones light, con cobertura de chocolate negro o blanco, etc. Esto les permite balancear las ventas, ser mas dinámicos y flexibles a la demanda del producto, segmentar mejor a su publico. Bueno, los Capitán del Espacio vienen en sabor Chocolate o Dulce de Leche. Y punto.

* Pensar en el cliente y llegar siempre a satisfacerlo es fundamental para retenerlo: Muletilla repetida hasta el cansancio en cuanto seminario cursillo o carrera de marketing haya dando vueltas. La producción limitada de Capitán del Espacio implica que, muchas veces, uno llegue al kiosco en el que siempre lo compró y no hay. ¿Que hace el consumidor de este alfajor? Se compra otro, pero la próxima vuelve a insistir.

* Invertir más para ampliar la producción. Otra de las 20 verdades del management (o gerenciamiento) Sobre todo, si existe una demanda latente tan grande, la inversión para ampliación de la producción es una verdad de manual. Don Ángel se resiste desde hace años a ampliar la producción. Con esto, dice, nos alcanza.

* La consabida ley de la oferta y la demanda: Si un artículo escasea y es muy requerido, dicen los economistas desde Adam Smith en adelante, su precio sube. Pues bien, los Capitán del Espacio cuestan $0,40 es decir entre un 60 y un 80% menos que los demás alfajores.

* Sin inversión en publicidad los productos que apuntan al público masivo no sobreviven: Nunca, jamás, la empresa apostó un peso en publicidad. Todos los consumidores conocieron el alfajor por conocidos o por simple curiosidad.

* La industria del diseño y el packaging son aliados irreemplazables en la industria de las golosinas: (¿) La foto que acompaña esta nota nos exime de mayores comentarios. Desde hace años que los Capitán… tienen el mismo papelito. Eso si, ahora vienen sellados.

Entonces, ¿como hacen? Probablemente, la respuesta a esta pregunta esté en una mezcla de razones: El precio debe ser un componente. El sabor, es otro: Hace 40 años que los alfajores tienen el mismo gusto, que se diferencia de todos los demás:. Y sin duda alguna, el localismo debe jugar fuerte. Pero la respuesta concreta y contundente, aun está por escribirse.


Creo que a muchos preguntas están siendo respondidas con este artículo, ¿no les parece?. Ah, también pueden visitar el nuevo blog de Morningstar y amigos aquí

Comentarios

Anónimo dijo…
Excelente nota!! un toque de alfajor y otro de marketing , que nivel che!!
vio sr Khyron lo qle comente en mi mail...negocios siempre abra!
abrazos
Anónimo dijo…
muy bueno el blog!! como vivo en capital desde que naci y mas alla de la general paz no me atrevo, espero que algun dia don angel haga su desembarco en capital
slds!!
Anónimo dijo…
Sir Natalia
ya estamos en plan de expandir las fronteras "ESPACIALES" con Lor Kyro
o no?..
Anónimo dijo…
El Santo Grial de los alfajores.
Muy rico, la verdad.
Yo lo he comprado en La Plata, incluso tengo el lejano recuerdo de haber visto una versión tirple...pero me los cobraron como $0,80!!!
Me han timado,coño!!!
Exijo una respuesta.
Lord Alfajor dijo…
Estimados alfajomanos, como ven, la fiebre sigue expandiendose, nos vamos acercando poco a poco a la dominacion mundial. En cualquier momento organizamos nuestro primer congreso alfajomano donde decidiremos entre todos los proximos pasos a dar.
Estimadísimo Lord, le comento que yo también he hecho mención a este artículo en uno de mis blogs, y desde un principio consideré pasarle el dato a usted, pero como sé que su capacidad investigativa no necesita de ninguna ayuda supuse que no hacía falta que le avisara. Veo que no me equivoqué. Enhorabuena!
Mike dijo…
Esos alfajores son abiertamente comunistas y sería muy pro hacerles un bloqueo para evitar ingresen en la zona de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, evitando ideas que puedan dañar a la santa libertad del consumo.

Amén.
rox dijo…
Es increiblemente mejor el Capitán del Espacio triple que el simple.
Por otro lado, quiero YA la crítica del nuevo alfajor Cadbury.
Anónimo dijo…
El otro día tuve una extraña experiencia con los Capitán del Espacio: estaba en la estación de trenes de la Plata esperando a un amigo que venía de Buenos Aires, con muchas ganas de comerme un alfajor. Por esas cosas de la vida me acordé de los Capitán del Espacio. Y hete aquí que veo en un kiosco que los tenías en exhibición. Pedí uno de chocolate. La chica que atendía sacó uno de una caja que tenía a sus espaldas. Me lo cobró 90 centavos (mucho para un alfajor simple).De más está decir que estaba muy rico.
Pero lo extraño es que volví a la estación más tarde y en el mostrador del mismo kiosco los capitán del espacio habían sido reemplazados por unos jorgelín.
Muy loco.
Seguiré investigando...
Lord Alfajor dijo…
vamos por partes: Estimado Capitan, le agradezco de todas maneras su desinteresado aporte, creame q alguien como usted merece estar en este panel de comentaristas.
Don Mike 1.1: quizas ahora con Mauricio y Gabriela, y la actitud pro, estos alfajores comunistas sean desterrados de la faz de la capital!!
Estimada Ro: sus deseos son ordenes, ya estoy preparando hace rato una critica hacia los Cadbury "reloaded"
Estimado Alfajor: su experiencia merece entrar en los X-files, y debe ser investigado por Mulder y Scully, quizas hay entidades de otros planetas q nos quieren convencer de q los Capitan del Espacio no existen....
Anónimo dijo…
Pequeña correcciòn: existe una tercera variedad de este estimado producto: el invalorable Capitàn del Espacio de Fruta. Para ubicarlo: su envoltorio es plateado, pero a diferencia del de dulce de leche, podemos observar que las letras son color verde.
Exploren los kioscos de la zona sur y disfruten de esta exquisita variedad.
Anónimo dijo…
Vagabundeando por los blogs encontre este! y me encanto el articulo sobre los capitan del espacio! vivo fuera de Arg hace un rato y siempre q vuelvo busco los capitan del espacio! gracias por la info, y el articulo tan interesante y ameno!
Juan
Lord Alfajor dijo…
Benemerita Pao: agradezco el dato sobre el Capitan sabor fruta, estaremos a la caza de dicha especie para dar cuenta de su sabor.
Estimado Juan, le doy la bienvenida y le puedo asegurar q x vivir fuera usted se esta perdiendo de toda una nueva camada de alfajores q ha invadido el mercado, le recomiendo se pida un cargamento urgente para saciar sus necesidades.
Anónimo dijo…
un poco larga la nota pero muy interesante

El misterioso mundo del capitán

¿Qué marca puede mantenerse viva durante 40 años y generar lealtad estando totalmente al margen la leyes del branding? Puede ser la excepción a la regla o un gran misterio, pero sin dudas el alfajor Capitán del Espacio es un caso para analizar. Acá van algunas pistas para conocer su pasado y su futuro.

Desde hace tiempo el Capitán del Espacio se ha conformado con ser sólo un alfajor. Y no cualquier alfajor. Para muchos, es “el alfajor” de la zona sur del Gran Buenos Aires y para otros su única golosina. Y para la mayoría un hallazgo.

Reacia a las olas de la modernidad y los nuevos mandatos del branding, Capitán del Espacio se despreocupa y permanece anclado en sus únicas dos variedades -chocolate y dulce de leche- en un rincón de los quioscos de barrio, casi convertida en una golosina fósil. Cualquier niño podría haber comprado el mismo producto hace 20 años.

Con su estilo de packaging muy kitch (dorado y plateado) ha resistido los embates de la globalización e incluso, sin querer, ha generado debates en el ciberespacio (en qué otro lugar podría ser) y en la mente de sus numerosos seguidores que lo colocan por encima de alfajores tradicionales y baratos como Jorgito y Guaymallén. ¿Cuál es el secreto de una marca que ha llegado ilesa e inmutable a nuestros días?

Las historias alrededor del Capitán del Espacio conducen a Quilmes, y llegan a una fábrica instalada en la calle Gran Canaria. Este es el lugar donde trabaja Angel Pascalis, uno de sus fundadores y actual dueño. A pesar del éxito de su golosina, Pascalis siempre se preocupó por mantener un bajísimo perfil: nada de prensa ni relaciones públicas. Tampoco en este lugar se menciona la palabra marketing, ni algunos de sus derivados. A pesar de esta resistencia a hacer publicidad, la marca se hizo muy conocida.

Tal vez Pascalis haya sido finalmente uno de los precursores del “relationship marketing”, denominación actual que agrega valor a la trillada técnica de difusión “boca a boca”. No obstante, una de las curiosidades de este alfajor es que guarda en uno de los pliegues de su ¿packaging o envoltura? el nombre de su dueño, teléfono y dirección de la fábrica.

¿Por qué le han puesto Capitán del Espacio? Nadie sabe. Sin embargo, los sicólogos podrían explicar que el ser humano tiende a completar la información ausente con sus propios datos, y en consecuencia existen algunas especulaciones respecto a su nombre:

• La primera es que Capitán del espacio se ha inspirado en “El anillo del Capitán Beto”, uno de los temas que Luis Alberto Spinetta estrenó en 1973 cuando formaba parte del grupo Invisible. “Ahí va el Capitán Beto por el espacio, con su nave de fibra hecha en Haedo. Ayer colectivero, hoy amo entre los amos del aire”.
• Otra de las versiones que circulan acerca del origen de este nombre es que habría tenido que ver con la llegada del hombre a la Luna. Será esta golosina un homenaje a Neil Amstrong?. La prolífica década del ‘60, ha dado lugar a numerosas suposiciones, porque cuando el alfajor fue creado -hace aproximadamente 40 años- Estados Unidos y la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se disputaban la conquista del espacio. A lo largo de la década del ’60, también vieron su origen la serie “Viaje a las Estrellas” (Star Trek), la película de Stanley Kubrik, 2001: Odisea del Espacio. Al mismo tiempo en Argentina comenzaba a distribuirse en los kioscos la revista “Lupin”, que en la contratapa invitaba a sus lectores a “estudiar astronáutica” a través de una publicidad diseñada y dibujada a mano.

A pesar de su envidiable éxito Capitán del Espacio a tan bajo costo de promoción, nunca pudo distribuirse a la Capital Federal. Según fuentes de la empresa “para hacer pie en ese mercado habría que producir mucho más de lo que puede generar la fábrica”, y por esa razón el popular alfajor hoy es desconocido entre los porteños. Los únicos lugares a donde pudo comercializarse dentro de este ámbito fueron los kioscos de las terminales de tren de Constitución y Retiro.

El precio de venta de este alfajor siempre fue uno de los más bajos del mercado, y por esa razón sus consumidores en edad escolar aún pueden con pocas monedas comprarse uno. Del sabor no quedan dudas: los consumidores son todos fanáticos.

Pero el mercado de los alfajores está plagado de marcas competidoras del Capitán y que han diversificado su línea de producción y han logrado una porción del mercado mucho mayor. Mientras Jorgito en el 2000 tenía un 7,7 por ciento del mercado y Guaymallén el 3,3, el capitán espacial sólo llegaba al 0,7 por ciento.

Sin embargo, difícilmente pueda esta marca subsistir en un mercado que cada vez se vuele más competitivo. Si ya no le queda el diferencial del precio y no tienen intenciones de expandirse, las cartas de su destino están echadas.

¿Cuál es el futuro de esta marca? Desde la empresa son escépticos con respecto a que la golosina continúe fabricándose en el futuro. A simple vista, Pascalis, quien actualmente es el único dueño de la fábrica, no ha definido quien será su sucesor en el mando y los empleados saben que su destino es tan incierto, como el de la golosina. En consecuencia sólo un posible escenario puede vislumbrarse: sin compradores a la vista, que la buena estrella del Capitán siga iluminando a sus consumidores.
Ani dijo…
Buenas nochies señoras y señoras alfajorofilos!!!
Al igual que todos llegue cual plumita de Forrest Gump a los hombros de este blog, y me encuentro sobremanera encantaba por la idea y por el ENORME y por demas sacrificado trabajo investigativo de su creador, quien debe exponer su salud hepatica a los especimenes dispersos por e mercado golosinero argento.

Me siento con particular responsabilidad de dejar mi marca en la página de semejante monumento a la llenitud de alma (el posteo al SEÑOR capital del Espacio).
He vivido la totalidad de mis 24 años de existencia en la mitica ciudad de Quilmes, Republica, si se me ha de permitir!
He notado el leve pseudoprejuicio hacia nuestra condicion de prvincianos (?).. Vamos señores, estamos a escasos 15, 20 minutos de Buenos Aires, por no decir 3 o 4 yendo por autopista.
Sin duda, el CdE es el mejor alfajor que ha pblado los kioskos mundiales.
Discrepo con el autor en el punto de que su cobertura de merengue sea por demas molesta. Niños y niñas de todo Quilmes han blanqueado sus Sonrisas con ese polvo dulce y glorioso del alfajor, que imagenes señores, que imagenes!!
Con respecto al de chocolate, creo que es un poco pastoso ya que goza de un poco de humedad, pero la misma se debe efectivamente a la cobertura de reposteria (deliciosa, no es como la de Aguila, que es grasa con colorante) y los 7 mm de dulce de leche repostero y casero que las galletitas albergan.

Si, son miticos.
Y los quilmeños somos celosos, es la verdad. Lo mejor que puede hacer la empresa es sostener el mercado asi como esta, mal no les va, y la mitica se expande.
Son realmente un mito. "Todos lo conocen pero nadie los vio", es lo que sale de porteñas bocas. (notese lo polar de los terminos TODOS y NADIE)
"Comanse toda la carne, put*s!!", les respondemos desde cerveceriles zonas, con el menor de los respetos (no ofenderse :P)

Aqui no hay arcos ni flechas con que nos manejemos para socializar, hablamos con las S donde corrsponden, no dormimos la siesta, las vacas no andan por los jardines, hay semafors y no contamos las distancias con kilometros.

Quieren probarlos? Ok, el tren desde constitucion no sale ni un peso, 2 alfajores? 1 peso en total, digamos..
Es decir, con menos de 3 pesos pueden ser felices una tarde entera y seguir expandiendo el misterio, que noe encaaaaaaanta...!!

Salutes!
Anónimo dijo…
Buenas y santas para todos...

Les queria comentar que yo conseguia SIEMPRE alfajores Capitan Del Espacio pero no es quilmes ni nada parecido, en el remoto balneario de LAS TONINAS en la calle 1 y 38, un simple maxikiosko tirando a berreta pero con una seleccion excelente en alfajores. Si alguna vez van por ahi se los recomiendo amigos, de ultima cruzan la calle que queda en frente de un local havana. aporte mi granito de arena!!!
Marcos GG dijo…
Hola, quedamos alucinados con esta historia del Capitán del Espacio y con tu blog, nos encantaría hablar sobre esto en el programa de radio: www.ovejafm.com . mi mail es marcospcmusica@gmail.com o marcos@ovejafm.com, escribime por favor, así charlamos con vos, mi más sincera admiración!
Martín Olivera dijo…
yo tambien fui victima del antimarketing de los Capitan del Espacio!

Soy de La Plata, asi que no los conocia, pero me cruce con gente en varios empleos que eran de la zona oeste (haedo o lanus) y hablaban maravillas de los Capitán del Espacio

Un dia los vi en La Plata, en una casa de comidas que esta en Diag.74 entre 7 y 8 (Plaza Italia). Obvio que me compré uno...Y SON RIQUISIMOSSSSSSSS
Anónimo dijo…
Estas en una nota robada de materiabiz...palabra por palabra.
Anónimo dijo…
Ahora me acordé de este alfajor, ahora que recordé el envoltorio. Lo siento no intento ofender a nadie, ni a los sentimientos que cada uno tenga con este alfajor. Este alfajor era el que todos los días ponían en mi bolsita de jardín y en lagunos años de primaria (seguramente cuando dije: no quiero mas este alfajor...y de reemplazo fueron las apestosas galletitas colegial)Como decía recordaba el alfajor de ese tiempo que llegaba aplastado y lo único que quedaba era una suerte de migas con dulce de leche y como ustedes saben siempre busco la forma de que algo me guste, antes de comerlo hacía de todo esto una suerte de trufas y luego las comía. Al ver el envoltorio me acordé de este bendito alfajor. Este alfajor como trufa era rico, no tenía otra forma de comerlo, ya que nunca pude ver su verdadera forma.