Alfajores desde Chile y review alfajómana, todo por el precio de una.

Aninka, alfajómana del mes. Si, tengo su msn pero no pienso dárselos, buitres.

Bienvenidos de nuevo, Mis queridos acólitos. Hoy les quiero contar que gracias a la amabilidad de una alfajómana llamada Aninka, he recibido una interesante cantidad de alfajores desde Chile. Es por eso (y hasta que otro visitante de este blog se lo merezca) que Aninka es nominada "Alfajómana del mes". Iré degustando los mismos y darles mi opinión, así que ya saben, si quieren ser nombrados ustedes....mándenme alfajores para ser criticados en este blog. Todo depende de ustedes.
Algo para destacar es la no existencia en Chile de alfajores triples y su variedad es bastante menor a la que podemos contemplar en cualquier kiosko capitalino. Esta bien claro que en ese sentido vamos ganando, no sirve de nada saber esto pero tenía que llenar un par de líneas para que no me queden las dos fotos juntas. Y bue.

Alfajores chilenos (bue, de un par sólo quedo el paquete) y bolsita fashion al tono

Los dos alfajores que probé son "El Nogal" y "Laguito". Es de destacar que la galletita con las que están hechos los "Laguito" son iguales a las galletitas Vocación, con lo cual al morder nos encontramos con un alfajor crocante. Tiene un baño de repostería bastante grueso y una capa de dulce de leche no muy abundante. Su tamaño es el común a los alfajores simples argentinos. Tiene un packaging de color amarillo intenso con una tipografía y estilo bastante anticuado en comparación a los que conocemos acá.
Por otro lado los "Nogal" son chiquitos, con una galletita un poco menos crocante y un relleno de dulce de leche muy rico y cremoso. Su cobertura es escasa pero muy fina y sabrosa. Su tamaño nos deja con las ganas de más, y su packaging es un simple papel negro con un sticker con la bandera chilena, con lo cual nos hace pensar en que estamos frente a un alfajor artesanal. La calificación de ambos alfajores ronda los 3, 5 alfajores sobre 5. No puedo esperar a probar los demás alfajores, sólo pensando en escribir la próxima review (mentira)
Por otro lado les quiero contar que el alfajómano Alfredo Mercurio (¿será quién yo pienso desde el más allá?) me envió su review de los alfajores "Grandote" como había hecho yo hace casi un año atrás en la época en la que tocaron en el mismo show Sabina y Serra............zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. Perdón, me duermo tan sólo al nombrar a ambas personas juntas. Felicitaciones a Alfredo ya que hizo una review impecable. Los dejo con ella y los espero dentro de un par de semanas, que la disfruten:

Efectivamente, alguien tenía que inmolarse. Pasé por un kiosko y compré tres por dos pesos. Eso si que es jugársela con todo. Pero he comido cada porquería... hasta las barras de "chocolate" Daqui que son prácticamente veneno lento (pero yo no tengo apuro, diría Benny Hill).

El envase es simple, rojo el de chocolate y azul el de dulce de leche, aunque nunca entendí por qué los alfajores de dulce de leche se llaman así si tienen la misma cantidad que los de chocolate.

La primera impresión es positiva, ya que tiene lo mínimos reglamentarios 70 gramos que debería tener cualquier alfajor triple. En mi niñez, donde todo era mas simple, los alfajores eran de dos tapas y los grandes tenían entre 50 y 55 gramos y los chicos entre 45 y 35. Hoy en día hay alfajores triples de 55 gramos lo cuál los convierte en un verdadero fiasco.

Y dicho esto, debo decir que es lo último destacable, el resto va barranca abajo aunque siempre hay que tener en mente el precio ridículo que valen.

Hay que decir la verdad, los fabrica La Nirva (rrrrellenitos de saborrrr) y hay que reconocer que esa empresa jamás hizo un producto de buena calidad, así que no me voy a hacer el sorprendido.

El baño es de repostería (obvio) y además, sumamente escaso. Una pequeña capa que sólo sirve para teñir a las galletitas. El de dulce de leche tiene el clásico glaseado que a decir verdad, es mucho menos desagradable que ese baño negro insulso.

Las galletitas son secas, se deshacen bastante más de lo deseable y el sabor es bastante desabrido (¿o se debería decir desabierto?). El relleno son dos capas de algo que parece dulce de leche, aunque es durísimo y de pura azúcar. El grosor de cada capa no supera los dos milímetros.

Al final, no queda casi nada de sabor en la boca lo cuál es de agradecer porque es preferible 100%, pero el paladar y la lengua quedan grasosos.

Calificación: 2 alfajores sobre 5.

Lo mejor: el tamaño y el precio

Lo peor: el resto

Saludos y espero que te sirva!