Un Aguila Brownie en una noche de verano

No hay que ser un genio para darse cuenta lo mucho, mucho que cambiaron los medios desde mediados de los 80 a hoy, sobre todo la televisión. Sin embargo no deja de sorprenderme el éxito de ciertos programas que reinaron durante esa época tan amada y odiada a la vez por lo menos por mi. La gran mayoría de los éxitos de aquella época no durarían siquiera 22 segundos al aire hoy, ya que generalmente no poseían ni puteadas, ni culos, ni tetas, ni más culos, ni más tetas, ni ninguno de esos elementos que hacen que la gente de hoy se divierta y reflexione sobre las cosas importantes de la vida mientras comen su milanga con fritas y se toman un Fernet con Coca mientras le dan un beso a su jermu. Hoy quiero recordar uno de esos fenómenos indescriptibles de los 80, aquel monstruoso programa conocido como "Feliz Domingo para la juventud".


Si. Los más chicos seguro ya estarán escupiéndose las encias los unos a los otros de risa al escuchar tan magnánimo nombre, pero les puedo asegurar que a nadie se le caía la cara en los 80 por decir la palabra "juventud". Esta palabra según muchos expertos en lingüistica había sido pronunciada por última vez a mediados del siglo XV por los monjes Sullerianos en la plaza del Metepete, en España hasta su reaparición en el siglo XX en Buenos Aires en el susodicho envío mediático audiovisual semanal (joder, me podría haber evitado todo ese palabrerío diciendo simplemente "programa", pero me gusta complicarme la existencia).

Este programa no sólo duraba 9 horas seguidas y no sólo no contaba con ninguna mina en bolas, sino que además tengo el recuerdo de que las adolescentes que participaban eran lo más insulsas del universo. Vaya a saber por qué razón pero todas usaban jeans celestes 3 talles más grandes y buzos con inscripciones de Hello Kitty o universidades norteamericanas tipo Harvard tamaño carpa de circo. Para ocultar aún más sus anatomías se ponían las banderas con el nombre de su colegio (la mayoría se llamaban normal nº cuarentayquince y provenían de Lomas de Zamora o Lanús) y con alguna inscripción supuestamente rebelde como "hoy prendí fuego un caniche toy" o "Aguante la grande de jamón y ananá".



En este video tienen un pequeño compendio de los altos valores de producción que se manejaban en este programa. Si encuentran una chica linda en el público avisen.

No voy a serles hipócrita. Mi mente en aquella época no contaba con el avanzado estado de descomposición en el que se encuentra actualmente, sin embargo lo miraba religiosamente (tan religiosamente que prendía velas frente a la tele mientras lo miraba). La no existencia del cable sumado a mi inclinación a la autoflagelación hacía que me viera casi completas las 9 horas. Este programa duró al aire 26 años con muy pocos cambios más allá de sus conductores, algo impensado en esta época en la que los envíos más exitosos no pasan de los 2 años, y que los medíaticos son más importantes que los programas en los que participan.

Toda esta introducción es para lo siguiente queridos alfajómanos: vean el siguiente video de la famosa "Llave de la felicidad" (o un nombre pedorro similar, no lo recuerdo), en la cual estaba el viaje a Bariloche tan ansiado.




La gran cuestión que permanece en mi mente hace décadas: ¿Me pueden decir QUE CARAJO DECÍA LA CANCIÓN DEL FINAL SIN BUSCARLA EN INTERNET POR LAS BARBAS DE MI BISABUELA BERTA?

Yo cantaba algo como "laaaaaluuuuuu eeesbeeeeee, isbooooooooooo, esluuuuuuuuuuridor aviiiirdaneesssii, siiiiloooooooooooooooooooo DE LOS RECUERDOS" (única parte que creo haber entendido). Si alguno de ustedes sinceramente sabe que dice sin buscarlo se merecen un premio, seriamente.

Bien, tras esta interesante introducción traigo hoy la demoradísima review que les vengo prometiendo hace rato. Hoy vamos a hablar de una de las versiones de uno de los alfajores que claramente figuran en mi top de preferencias. Estoy hablando de la minitorta Aguila (ya discutimos ad nauseum que es un alfajor hecho y derecho más allá del nombre) en su versión Brownie.

Sabemos que el verano no es un momento propicio para el consumo alfajórico, y esa es una de las razones por las cuales este blog no les proveerá de mucho contenido en esta estación odiada por quién les escribe. No es recomendable comprar un alfajor en diciembre en un kiosko de Buenos Aires para consumo inmediato, siempre es bueno tenerlo un tiempo en la heladera previo a su digerimiento. Pero la verdad es que hace unos días tras charlar animadamente con gente amiga sobre alfajores y tras una soberbia picada que rebosaba de quesos, mis ganas de devorar un alfajor eran supremas. Allí recordé que hacía mucho que no comía un Águila Brownie ni había hecho su review, así que decidí matar dos pajaros de un tiro por lo que aquí estamos.

Digan lo que quieran,pero esta maravilla de Águila es uno de mis favoritos

¿Que decir de los Águila que ya no haya dicho? A pesar de que el que comí estaba ligeramente ablandado por el calor (no hacía mucho calor esa noche) no dejan de ser una de las mejores lineas de alfajores industriales. Lo mejor de todo es que son de los pocos que poseen cobertura de chocolate con leche real, lo cual le da un sabor especial. En este caso se suman unas pequeñas pepitas de confite sabor chocolate sobre la cobertura que le dan una crocancia particular.

Por otro lado su masa es muy suave, de facil deglución y con un bajo índice de desmigajación. En la versión que estamos testeando se nota fuertemente el sabor a chocolate de la galletita, que en conjunción con el excelente relleno de dulce de leche y de mousse de chocolate forman una pareja más que soberbia. Está claro que todo amante del chocolate y los alfajores encontrará en este alfajor una razón más por la cual ejercer activamente su activismo. Yo recordaba que eran un poco más grandes cuando conocí los Águila, pero puede ser el tema del calor que haga que su tamaño sea menor, mas allá de esto no puedo más que decirles queridos alfajómanos que siempre que puedan busquen uno de estos pequeños manjares, aunque eviten su consumo inmediato en tiempos calurosos. Con una media hora de heladera es un manjar para acompañar con una chocolatada, para despedir con gusto vuestros hígados.

Por esto yo digo que:

Lo mejor: todo

Lo peor: el verano no le hace bien

Calificación: 5 sobre 5

Por último les recuerdo queridos alfajómanos que sigue la votación para los premios "Blog de los Alfajores 2009", envíen sus alfajores favoritos del año 2009 en el mail alfajómano:

losalfajores(arroba)gmail.com

Cuídense, los quiero (poco) pero los quiero.