- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Los que siguen este blog hace unos años saben que el verano NO es mi estación favorita. Es más: detesto el verano, el calor y todo lo que esté relacionado con esta estación infernal. Solo me gusta cuando YO estoy de vacaciones, y no me tengo que estar preocupando por si huelo mal por mi transpiración o directamente no me acuerdo de eso porque estoy flotando panza arriba en una pileta.
Pero hay otro gran momento disfrutable del verano: la vuelta de amigos, familiares o conocidos y su habitual "mirá lo que traje", siempre que el "mirá lo que traje" se traduzca en alfajores, y esta es una de esas ocasiones. Cuando el regalo resulta ser una virgen, un caracol o una figura de Ricardo Fort que cambia de color con el clima prefiero que no me regalen nada. Les voy a contar una anécdota que viene el caso: cuando era chico, teniendo unos 8 años, lamí una de estas vírgenes de color cambiante para saber el gusto de la misma. Ustedes se preguntarán "¿para qué?", bueno, yo en este mismo momento me pregunto lo mismo.
Mis suegros vinieron de su habitual desaparición anual durante un mes en Mar del Plata con 3 cajas de estos ignotos alfajores artesanales, que cargan con el karma del "alfajor de nombre horrible de la costa". Sus productores decidieron llamarlos "Milagros del Cielo", nombre más apropiado para la octava cría de una señora que vive en una villa del conurbano que para un alfajor, o a lo sumo el nombre de una nueva rama de la iglesia evangélica pero créase o no así se llaman. Vamos a ver qué onda estos pequeños redondeles de sabor.
Mis suegros vinieron de su habitual desaparición anual durante un mes en Mar del Plata con 3 cajas de estos ignotos alfajores artesanales, que cargan con el karma del "alfajor de nombre horrible de la costa". Sus productores decidieron llamarlos "Milagros del Cielo", nombre más apropiado para la octava cría de una señora que vive en una villa del conurbano que para un alfajor, o a lo sumo el nombre de una nueva rama de la iglesia evangélica pero créase o no así se llaman. Vamos a ver qué onda estos pequeños redondeles de sabor.
Packaging
Como pueden apreciar en la foto un celofán transparente con un sticker en ambas caras, nada demasiado atrayente pero dado que el producto está a la vista no es necesario más.
Como pueden apreciar en la foto un celofán transparente con un sticker en ambas caras, nada demasiado atrayente pero dado que el producto está a la vista no es necesario más.
Cobertura
Fina capa de chocolate negro semiamargo, se quiebra fácilmente y se queda en los dedos, lo cual es buena señal de que es chocolate real y no baño de repostería.
Relleno
Capa de dulce de leche abundante y generoso, pero con demasiado gusto a vainilla para mi paladar
Galletas
Se deshacen gentilmente dejando una cantidad de migas razonables, gusto a vainilla de color claro. Se dejan consumir fácilmente pero si se acompaña de una bebida es mejor.
Aroma
Destaca el aroma a vainilla por sobre los demás aromas.
Tamaño
No dice el peso pero debe rondar los 30 gramos.
Post degustación
El sabor queda en el paladar unos minutos.
Precio
Según mi suegra cuesta 18 pesos la unidad....un poco mucho
Se puede conseguir en
Mar del Plata
Calificación final del Lord:
Lo mejor: la calidad de los ingredientes se nota pero el precio es elevado
Lo peor: demasiado sabor a vainilla
Puntuación: 3.5
Aroma
Destaca el aroma a vainilla por sobre los demás aromas.
Tamaño
No dice el peso pero debe rondar los 30 gramos.
Post degustación
El sabor queda en el paladar unos minutos.
Precio
Según mi suegra cuesta 18 pesos la unidad....un poco mucho
Se puede conseguir en
Mar del Plata
Calificación final del Lord:
Lo mejor: la calidad de los ingredientes se nota pero el precio es elevado
Lo peor: demasiado sabor a vainilla
Puntuación: 3.5
Comentarios
Saludos!
Ah...y acordate que este es un blog con humor también. No todo lo que digo es en serio.
Si vos te lo tomás así tenés un problema. Saludos!
si bien no me parece que sea asi, en todo caso seria discriminacion mas que razismo. y adhiero al humor alfajoril del lord