Análisis Alfajor Havanna 70% Cacao Puro: ¿Una mentira de marketing?

Me lo vienen preguntando desde que terminó el verano: "¿Probaste el nuevo alfajor de Havanna?" "¿Te enteraste que Havanna sacó un nuevo alfajor solo en la costa?" y cosas similares. Pero por esas cosas de destino no lo encuentro, o no lo tienen, o Havanna no se copa en mandarme uno para que le haga una review...y así pasó el tiempo y yo sin probarlo. 

Hoy fui a hacer un trámite a un banco de un shopping cercano a mi trabajo y allí lo veo: solo, impoluto, vestido de negro con letras de oro. Un traje hermoso, si me preguntan, una presencia llamativa y un precio intimidante: 33 pesos, mientras que sus compañeros de marca de otras variedad ostentan un 27 como precio, lo cual a las claras marca que estamos ante una nueva liga. Havanna dice que esto es su top de línea, y yo hasta que no lo pruebo digo "es puro marketing, lo hacen difícil de conseguir para que la gente hable en las redes, les sirve". Y así como quien no quiere la cosa pido uno, porque claro, soy el Lord de los Alfajores hace 11 años y hago esto por ustedes, mis lectores y amigos alfajómanos.  

Rasco como puedo los billetes que juntan 33 pesos, y me quedo pensando en ese número loco que para los cristianos representa la edad de Cristo cuando fue crucificado, y digo "esto debe ser una señal" e inmediatamente hago una relación con el Mesías, pensando en que este nuevo alfajor sea el salvador de Havanna, ese alfajor que vuelva a hacer de ellos los maestros de la alfajorería argentina, cuando no había tanta variedad en los kioskos y cuando Cachafaz no era siquiera un proyecto de eso que hoy hace que sean mis favoritos. 

Y mientras lo abro, de ese pack que no está sellado al vacio y es tan característico de los alfajores premium, lo acerco a mi nariz para oler antes de dictaminar si es una mentira del marketing y me encuentro con una fragancia de esas que solo se sienten cada tanto: una fragancia que dice "no importa que diga 70%, yo huelo a chocolate puro y estoy a punto de atacar tus sentidos" pero mi sentido alfajómano sigue atento para combatir cualquier intento de engaño. He olido muchos alfajores con fragancias asombrosas pero que al morder revelaron que eran puros espejos de colores, puro humo. Hay que probar para conocer la verdad, y vos no te vas a escapar. 

Y mordí.

Y claro, uno sigue pensando en todo lo que tardó en probar esto, y en cuánto trato de creer que era todo mentira de la publicidad, de esa gran industria que se encarga de vendernos cosas que no necesitamos, y trato de componerme y digo "no, ese primer mordisco fue mi mente tratando de autoconvencerse, tengo que volver a morder para revelar la verdad, porque para eso estoy en este planeta".

Y volví a morder.

Y bajo mis dientes esa terrible capa de chocolate hecho de 70% cacao puro se funde a la perfección con el relleno del dulce de leche más cremoso que me haya imaginado, y las galletas oscuras se disuelven suavemente en mi paladar y Havanna se ríe de mí y me dice "You know nothing Lord Alfajor, nos diste por muertos hace rato y acá estamos". Y el alfajor me pega un cross de derecha, un gancho, y otro, y otro, y se defiende de los años en los que dije en que la marca ya no era lo que solía ser, y me moja la oreja y me mira a la cara diciendo "¿y ahora que me decís boludito?". Mientras me trato de levantar de la paliza que me acaba de dar, lo que queda del alfajor sigue en pie y me dice "tenemos asuntos sin terminar vos y yo". Y me levanta, me limpia la ropa y me arregla lo poco que me queda de pelo. Y si, tengo que seguir

Y sigo mordiendo. Y termino el alfajor.

Y me maldigo. Me maldigo por no haber probado antes el Havanna 70% Cacao Puro. Y no me importa que me caiga ligeramente pesado. Y mucho menos me importa que las calorías de este alfajor Havanna sean 248 kcal, una bomba. En lo que duró mi viaje místico de sabor, solo pensaba en una cosa: quiero comer este alfajor hasta el resto de mis días. Quiero que al final del arco iris exista una olla y que adentro tenga cantidades infinitas de este alfajor. Quiero volver a convencerme de que todo fue una mentira del marketing de Havanna, que el precio de 33 pesos es un exceso, pero la realidad me dice que no. La realidad me dice que estoy frente a lo que quizás sea el mejor alfajor del mercado. Y quizás del mundo. Un alfajor 5 puntos sobre 5. 

Te odio Havanna. ¿cuándo nos volvemos a ver?